Estuvimos tres días recorriendo la hermosa capital de República Checa, donde además de disfrutar sus bellos rincones teñidos de blanco invernal, nos acercamos a saborear un poco de su exquisita gastronomía local.
Después de pasar un par de semanas viajando por Alemania decidimos terminar nuestro viaje en Praga (República Checa), una ciudad que hace tiempo tenía ganas de conocer.
Llegamos el día 3 de enero, y según el pronóstico del tiempo al día siguiente iba a nevar, y pensé “si nieve por fin!”, la habíamos estado esperando todo el viaje. Apenas pasamos la frontera entre Alemania y la República Checa nos encontramos con unos paisajes preciosos pintados de color blanco. Lamentablemente al llegar a Praga la nieve todavía no había llegado.
Al día siguiente salimos a recorrer la ciudad, y al mediodía comenzaron a caer los primeros copos de nieve (alegría máxima!). A pesar del frío logramos recorrer los puntos más emblemáticos de la ciudad como la plaza de la ciudad vieja, el puente de carlos (de las estatuas) y el castillo de Praga entre otros. Nuestro aliado principal para sobrevivir al frío fue, al igual que en Alemania, el vino caliente, que nos ayudaba a calentar las manos y el cuerpo para seguir recorriendo bajo la nieve.
Como la comida siempre es un factor importante en nuestros viajes tratamos de probar todo lo que nuestro estómago y presupuesto nos permitió digerir en tres días.
Si estás pensando en incluir esta ciudad en tu siguiente viaje no puedes irte sin probar estos 5 sabores imperdibles de Praga:
1. Cerveza
La Cerveza tenía que estar primero en esta lista porque en esta ciudad probamos las cervezas más deliciosas que hemos probado jamás! Y viniendo esta recomendación de unos fanáticos de la cerveza tienen que tomarla en cuenta! No dejen de probar la típica Pilsner Urquell presente en todos los locales y puestos de comida. Otra cerveza que probamos fue la negra de la marca Krušovice y una de nuestras favoritas fueron las cervezas de la marca Staropramen. Recomiendo probarlas en cualquiera de sus versiones: sin filtrar, lager, oscura, etc.. (se me hace agua la boca de solo recordarla). En un restaurante llamado Potrefena Husa Na Verandach probé la versión mixta (oscura y lager mezcladas), nunca pensé que esa combinación podría quedar tan buena! Otro dato importante es que la cerveza (de 500 ml) cuesta aproximadamente 1,2 euros, muchísimo mas barata que en Alemania y España!
Un lector del blog también recomienda la cerveza Bernad.
2. Trdelník
El Trdelník es una masa con azúcar y canela en forma de rollo muy tradicional de la cocina eslovaca. La masa se enrolla en un pincho cilíndrico grande de madera y se asa al fuego de las brasas. Es muy fácil de reconocer y está presente en muchos puestos de comida callejera de la ciudad (sobre todo en los turísticos). Su precio varía dependiendo del sector, pero cuesta alrededor de 2 euros. Si bien es muy simple, su sabor a canela, su textura crujiente y su toque levemente ahumado hacen que sea una verdadera delicia. Por un extra en el precio puedes agregarle Nutella.
3. Codillo de Cerdo
Si vas a un restaurante de comida típica es muy probable que el cerdo (en sus variadas formas y preparaciones) esté presente en varios platos del menú. Y es que este es un IMPERDIBLE si vas a Praga. No dejes de probar el codillo de cerdo sin hueso asado en cerveza o el roasted pork knee. Su textura y sabor son insuperables!
4. Goulash
El Goulash es originario de Hungría pero muy popular en la República Checa y sus países vecinos. Es un plato parecido a un estofado de carne, donde la carne de ternera se cocina por un tiempo prolongado para lograr una textura muy suave, en la preparación se incluye generalmente cebolla, pimientos y varias especias. La diferencia entre el goulash y la sopa de goulash (ambos muy populares) es básicamente su consistencia. Su versión más típica (y sencilla) es servida junto con dumplings de pan y/o papas. En su versión más gourmet es servida dentro de un pan ovalado de textura firme.
5. Bramborák
El Bramborák es una especie de panqueque o crepe elaborado en base a papas, bastante similar al Kartoffelpuffer de Alemania. Su textura y consistencia son especialmente sabrosas y a la vez un poco pesada, ya que se hace a la plancha con mantequilla. Lo probamos en un puesto de comida callejera y nos comimos uno entre dos, era tan grande que quedamos perfecto! Ojo que en varios puestos de comida callejera el precio depende del peso, por lo que si le añades mucho chucrut u otro relleno el peso (y por lo tanto el precio) puede ser bastante elevado.
Bonus: Jamón
Dicen que el jamón de Praga es un verdadero manjar. Aunque su presencia no pasó inadvertida – se pueden ver unos tremendos jamones dando vuelta en asaderos en la calle- en este viaje contábamos con un presupuesto un poco ajustado por lo que no tuvimos la oportunidad de probarlo. Al igual que otros platos no se vende por unidad si no que por peso.
Seguro se me quedó algo fuera de la lista! Si es así te invito a dejar tus recomendaciones en los comentarios 😉
Pingback: Sabores de Budapest: qué y dónde comer en la capital de Hungría - El Sabor de lo Bueno