Un viaje sin expectativas que resultó ser todo un descubrimiento para nuestros paladares y sentidos. Dublín es una ciudad llena de vida, cultura y buena cerveza. Un lugar donde los amantes de la música y el buen beber se pueden dar gustos disfrutando en los legendarios, únicos e inigualables Irish Pubs presentes en cada esquina de esta ciudad.
El fin de semana pasado nos fuimos a recorrer Dublín. No sabíamos mucho que esperar de la capital Irlandesa ya que no contábamos con muchas referencias. Así que sin expectativas llegamos a descubrir esta ciudad que nos recibió con un increíble día soleado y varias sonrisas irlandesas.
Nos quedamos en un lindo departamento ubicado a 15 minutos del centro que encontramos por Aibnb. Como Dublín es una ciudad relativamente pequeña no fue ningún problema para ir y venir muchas veces durante nuestra visita. El dueño del departamento nos dejó una lista con muchas recomendaciones para visitar, comer y disfrutar durante nuestra estadía.
Con esas recomendaciones en mano nos fuimos a hacer un late lunch (almuerzo a las 5 de la tarde). Estábamos muertos de hambre y con ganas de comer rico, por lo que fuimos a uno de los lugares más recomendados de la lista; The Bank, un impresionante restaurante ubicado en la calle College Green que años atrás había sido un prestigioso Banco en Dublín. El lugar es simplemente increíble, destaca su imponente bar en medio del lugar y un techo lleno de detalles. La atención fue excepcional.
Para tomar pedimos (como no) unas deliciosas cervezas irlandesas, Galway Hooker y O’Haras, Pale y Ale respectivamente, con mucho cuerpo y sabor. Después de eso ya no hubo vuelta atrás, cada vez que pedíamos una cerveza nueva era mejor que la anterior.
Para comer Pat (mi suegra que nos acompañó en este viaje) y yo pedimos un Clam Chowder con trozos de pescado y mariscos, venía recomendado en la carta y la mesera nos dijo que era uno de los mejores de Dublín, y tenía razón ya que estaba ¡increíble!, el mejor que he probado. Esteban pidió un sándwich que se veía riquísimo.
Nuestros siguientes días fueron intensos. Recorrimos la mayoría de la ciudad a pie y cada vez que nos daba hambre o sed hacíamos paradas técnicas en algún Irish Pub, imposible no resistir la tentación teniendo uno en cada esquina de la ciudad.
Así fue como descubrimos:
The Brazen Head: El pub más antiguo de Irlanda, fundado en 1198. Ubicado en 20 Lower Bridge St, cuenta con varios ambientes y una buena selección de cervezas y platos locales.
The Temple Bar: El clásico pub ubicado en la calle de Temple Bar. Pedimos unos deliciosos Irish Coffee (Café con Whiskey) y luego unas increíbles Guinness. Disfrutamos de música irlandesa en vivo. A pesar de lo lleno que está siempre vale la pena una visita.
The Celt: Bar celta ubicado en 81 Talbot St, con muy buen ambiente, música en vivo por la noche, una amplia selección de cervezas y whiskys, y una excelente carta con cocina tradicional irlandesa. Aquí almorzamos el último día y probé un delicioso estofado de carne cocinado en cerveza guiness.
The Teller Room / The Bankers Bar : Un Bar con restaurante en el segundo piso, ubicado en la esquina de Trinity Street y Dame Lane. Fuimos a cenar un día y probamos unas ricas alitas de pollo (ultra picantes) y el tradicional plato de Fish & Chips, que estaba exquisito.
Un sabroso recorrido por The Temple Bar Food Market
Los días sábados entre las 10 am y 4.30 pm es posible disfrutar de deliciosa comida callejera en The temple Bar Food Market, un paraíso foodie.
Ubicado en el Meeting House Square este mercadito reúne a productores locales y pequeños emprendedores gastronómicos en un espacio donde la diversidad cultural y el buen sabor son los protagonistas.
En este mercado probamos un plato indio llamado Thali que incluía curry, paneer, arroz, chutney y una ensalada, con un agregado adicional de Kofta de repollo y zanahoria (¡un plato impresionante!). Otro plato riquísimo que probamos fue un mix de cerdo asado, papas salteadas, cebolla frita y salsa agridulce. Para pasar el frío acompañamos estos platos con una perfecta sidra de manzana caliente.
Un pequeño rincón escondido en el centro de la ciudad: Dolce Sicily
Si no eres muy fan de la comida de los pubs o simplemente quieres probar algo diferente, en Dublín es posible encontrar todo tipo de comida de otros lugares del mundo.
Si tienes ganas de comer algo más liviano o tomar un café con una delicia dulce, recomiendo Dolce Sicily, un restaurante italiano ubicado en 43 Dawson St, muy cerca del parque St. Stephen’s Green. Ofrece un menú de almuerzo por 10 euros que incluye una sopa y la elección de cualquiera de sus deliciosos sándwiches de la carta.
Actividades culturales que hicimos y que recomiendo:
- Paseo por Trinity College, la Universidad más antigua de Irlanda
- Entrar a Trinity College Library, impresionante librería que cuenta con ejemplares históricos como el legendario libro ilustrado de The Book of Kells
- Tour por Kilmainham Goal, una cárcel para entender mejor la historia de dublín (¡me encantó!)
- Caminar por toda la zona de The Temple Bar
- Paseo por los parques St. Stephen’s Green y Merrion Square
- Catedral de St. Patricks y Christ Church
- Paseo por una tarde al puerto de Howth
- Fábrica de Guiness (por tiempo no alcanzamos a ir pero quedará para la próxima)
Cervezas que probamos y nos encantaron:
- Guiness
- Galway Hooker
- O´haras
- Hop House Lager
- Smithwick´s (Lager, Pale Ale y Red Ale)
Por último destacar la amabilidad y buena onda con la que nos recibieron los irlandeses. Siempre respondiendo nuestras preguntas con una gran sonrisa y buena actitud, lo que hizo que la experiencia fuera aún mas grata.
Si eres de esos que les encanta recorrer una ciudad en busca de sus rincones más auténticos, disfrutas de música en vivo en compañía de una buena cerveza, y además te gusta conocer sobre la cultura e historia de un lugar, entonces Dublín es sin duda una ciudad a la que no puedes dejar de visitar.
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