¡Suaves por dentro y crujientes por fuera! Revive el sabor de Brasil a través de estos riquísimos pancitos de queso, más conocidos como pão de queijo.
Hace algunas semanas publiqué en mi instagram el paso a paso y el resultado de estos deliciosos pão de queijo, y la verdad es que no sabía que iban a causas tanto furor.
Mi amor por ellos nació hace varios años atrás cuando visité por primera vez Brasil. Su textura esponjosa y su sabor a queso realmente me cautivó. Pero no me había animado a hacerlos hasta que hace algunos meses cuando hice un pedido de varios productos del mundo a través de la web de mercado flotante y vi que tenían harina (almidón) de mandioca. Me acordé inmediatamente de los pão de queijo y puse la harina en el pedido.
La gracia de estos pancitos de queso es que son suaves y esponjosos por dentro y crujientes por fuera, lo que los hacen realmente irresistibles al estar recién salidos del horno. Otro plus que tienen es que la harina (o almidón) de mandioca (también conocida como almidón de yuca o tapioca) es una harina que no contiene gluten, por lo que estos pancitos de queso son aptos para celíacos.
No se por que no me había animado antes a prepararlos, ya que son súper fáciles de hacer y el resultado es exactamente como lo recordaba. Por eso hoy quiero compartir esta receta y motivarlos a prepararlos en sus casas y disfrutar de estos deliciosos panes de queso recién salidos del horno.
Aquí les dejo la receta por escrito. Los invito a ver las fotos y videos del paso a paso en el álbum destacado de stories en mi perfil de instagram.
Ingredientes
- 300 ml de leche
- 100 ml de aceite vegetal
- 1 cdta de sal
- 500 grs de harina (o almidón) de mandioca (tapioca o yuca)*
- 2 huevos
- 200 grs de queso granulado tipo gruyere y/o parmesano (puede ser una mezcla de ambos)
Preparación
Precalentar el horno a 180℃ durante 10 minutos.
- En una olla agregar los 300 ml de leche, los 100 ml aceite de aceite vegetal y 1 cdta de sal. Revolver constantemente y llevar a ebullición a fuego medio.
- Apagar el fuego y añadir directamente a la olla los 500 grs de harina de mandioca.
- Revolver con la ayuda de una cuchara de palo o con una espátula hasta que se forme una masa pegajosa y se despegue de los bordes de la olla. Esperar al menos 5 minutos para que la masa se entibie.
- Añadir uno a uno los huevos y el queso granulado, mezclar todo muy bien y amasar durante algunos minutos hasta obtener una masa con consistencia un poco pegajosa pero manejable (no se debe quedar pegada en la olla).
- Esparcir un poco de mantequilla (o unas gotitas de aceite) en las palmas de las manos y formar pequeñas bolitas de masa (así no se pegará en las manos). Colocarlas en una bandeja de horno enmantequillada (o con papel de horno) para que no se peguen, cuidando de colocarlas con cierta distancia entre cada una.
- Cocinar durante 25 minutos a 180℃ hasta que estén dorados por fuera. Ir mirando de vez en cuando para que no se quemen. (Si a los 25 minutos aún no están dorados dejar algunos minutos más en el horno).
- Sacarlos del horno y servir calientes.