Muero de ganas de ir a conocer España, y para que les voy a mentir, me muero de ganas sobre todo de ir a probar su gastronomía. Lamentablemente en Santiago no son muchos los lugares que se especialicen en ese tipo de comida y que además cumplan con una buena relación de precio-calidad, que es una de las cosas más importantes que considero a la hora de evaluar un lugar. Pero hoy, y en contra este último pronóstico, quiero contarles acerca de Carrer Nou, un restaurante de cocina “mediterránea” (más que todo de cocina española) que realmente nos encantó!
Un amigo nos recomendó el lugar, que para nuestra sorpresa estaba sólo a un par de cuadras de nuestra casa, por lo que fuimos muy entusiasmados (porque ninguno de los dos tenía que manejar) a conocerlo el viernes recién pasado.
Llegamos a la esquina de José Miguel Claro (# 1802) con Santa Isabel y vimos que el lugar estaba repleto, nos preguntaron si teníamos reserva, a lo que nos miramos con cara de “ups!”, pero la suerte estaba de nuestro lado y justo había una mesa para dos desocupada, donde nos hicieron pasar inmediatamente.
Queríamos empezar con una Estrella Damm Inedit, pero lamentablemente no había, por lo que nos fuimos por la Jarra de Sangría que estaba muy rica y refrescante!
Fuimos con la idea de compartir platos para probar varias cosas, así que partimos con un Balón de Oro (Camembert al orégano, envuelto en jamón serrano gratinado) y un Olot (Pimientos del piquillo rellenos de sobrassada a la miel sobre tostadas gratinadas con roquefort)…y volviendo a escribir esto me dieron ganas de saborearlo todo de nuevo, sobre todo los pimientos piquillos que estaban realmente exquisitos!
Ya estábamos como para pedir postre pero la tentación de pedir una tortilla fue más grande, por lo que pedimos una tortilla ¿y por qué no?, con chorizo, que estaba esponjosa, jugosa y por ende deliciosa! El plato venía con unos panes con tomate que también estaban muy sabrosos!
Claramente después de toda esta comida no nos quedó ni medio espacio para el postre, por lo que tendremos que volver a probarlo.
Desde el primer momento algo que me llamó mucho la atención fue el servicio, fueron siempre muy atentos y rápidos, lo que -lamentablemente- no es fácil de encontrar en los restaurantes de esta ciudad.
El lugar cuenta con dos sectores donde hay mesas, una terraza y la zona de la barra, ideal para ir en pareja o con un grupo de amigos a disfrutar de un ambiente cálido e informal.
En resumen, deliciosa comida, buen ambiente, buena atención y excelente relación precio-calidad, cumpliendo con todos mis parámetros de lo que es un lugar para recomendar!
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